Ya casi no pienso en ti. Me levanto temprano a hacer un poco de ejercicio, a desayunar bien. A decir verdad, me dedico el día de manera tan egocéntrica como puedo. Descanso, me arreglo, duermo un rato, me dedico al ocio. En las tardes voy a la escuela, y me entretengo en el camión pensando en todas esas personas que (sin saberlo) se atraviesan en mi camino. Participo en clase, hago la tarea, tomo apuntes, pierdo el tiempo chateando, o escribiendo éstas tonterías. Regreso, estoy con mamá, ceno un poco, y me acuesto.
Sobreviví un día más sin necesidad de ti.
Pero cae la noche que tanto inmoviliza mi frágil mundo, y las horas de la madrugada se estiran, renuentes a olvidarte, por miedo a dejarte ir. Se estiran al límite, como si fueran de goma, tan sólo para repetir tu nombre un millar de veces más, y ver si te materializan entre las sábanas, para darme el calor que tanto quise demandarte.
Ya casi no pienso en ti, tan sólo te dedico a regañadientes unas horas necias y perdidas en la obertura del sueño. Pero aún así, ojos bonitos, qué bien me dueles aquí en el pecho.
solo piensa que todas las personas que se aparecen en tu vda sin un sentido y sin aviso, tienen un proposio en tu vida.
ResponderEliminarQ ñoño q haces toda tu tarea!! jaja ntc. Bno este es el primer comentario q t dejo xq es es q mas me ha gustado, d vdad, sigue
ResponderEliminarPD: Ya publica poemas! Je
Atte: Ale