Puse frases, comencé palabras sobre un renglón
para no morir nunca.
De mi tumba sólo escapará eso;
las costras de mis palabras,
la huella de tinta sobre el papel.
Tu corazón (que realmente es el mío) se irá al pasto,
será tierra fértil para algo vivo.
El cabello, los brazos, tu suave piel (que es toda mía)
construirán árboles sobre nosotros.
El nuevo cielo se hace de raíces,
le prestaré mi sangre para volar en él.
En eco apagado se escuchará el mar.
No hay nada después, te digo,
mas que las risas a escondidas de los muertos,
y el otro lado del espejo, desde el cual nos ven.
El baile alrededor de la fogata nos espera.
El suspiro del viento será un nuevo hogar.
Nos vamos a pertenecer en donde no hay nada.
(Eres toda mía, mía y de la muerte).
Pero me voy a partir en dos, cariño,
o más bien en tres,
porque quiero vivir entre hojas para siempre.
Empecé a escribir hace muchos años;
escribí oraciones hasta el horizonte,
hasta mi cansancio, para no morir nunca.
Sobre ojos que leen,
me levantaré de las palabras un momento,
para caer una vez más a tu lado.
A tu lado y de la muerte,
a reírnos desde el otro lado de todos los espejos.
De algún lugar
De algún lugar salió tu mariposa de humo.
Estuvo libando mis sueños noches enteras.
Entró en segunda metamorfosis.
Halló un corazón profundo para crecer capullo.
Abrí los ojos una mañana y seguías aquí,
emperatriz del recinto del sueño.
Mariposa de carne y hueso.
Estuvo libando mis sueños noches enteras.
Entró en segunda metamorfosis.
Halló un corazón profundo para crecer capullo.
Abrí los ojos una mañana y seguías aquí,
emperatriz del recinto del sueño.
Mariposa de carne y hueso.
Salud por mí
Salud por mí.
Por rodear al sol una vez más.
En punto de la conjunción astral aparece esa maleta sin lugar de ser. Su interior sin fondo clama mi vertir, como cada año. Heme aquí, vaciándome allá; sobre una maleta que parece vacía. Es tan sencillo responder a su eco apagado, ¿lo ves?
Algún día me la he de llevar conmigo, con el Catador. Pero hoy no. Hoy toca el recuento de los daños. La numeración de las bendiciones. Hoy es como el día del prensado de la uva, y a través de mi zumo haremos vino. (Apriétame con cariño, vida, y saca de mí mi mejor sabor).
Llena tu copa las veces que quieras, no te limites, esto nunca se acaba, como el fondo de la maleta. Yo tampoco tengo fin. Contra todo pronóstico te presento mi esencia, añejo veintiuno y contando.
Salud por la vida llena de aroma.
Salud por mí.
Por rodear al sol una vez más.
En punto de la conjunción astral aparece esa maleta sin lugar de ser. Su interior sin fondo clama mi vertir, como cada año. Heme aquí, vaciándome allá; sobre una maleta que parece vacía. Es tan sencillo responder a su eco apagado, ¿lo ves?
Algún día me la he de llevar conmigo, con el Catador. Pero hoy no. Hoy toca el recuento de los daños. La numeración de las bendiciones. Hoy es como el día del prensado de la uva, y a través de mi zumo haremos vino. (Apriétame con cariño, vida, y saca de mí mi mejor sabor).
Llena tu copa las veces que quieras, no te limites, esto nunca se acaba, como el fondo de la maleta. Yo tampoco tengo fin. Contra todo pronóstico te presento mi esencia, añejo veintiuno y contando.
Salud por la vida llena de aroma.
Salud por mí.
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