Quise hacer algo dulce y pequeño para ti. Porque te quiero. Porque se me da la gana.
Algo haces zumbar plácidamente dentro del cuerpo mío. Violento pero delicado, pequeñito, es esto que me prestas y es tuyo, mis abejas. Te voy a llamar Azucena, Alhelí y Crisantemo, para jugar a la primavera. Para probar tu pétalo tierno.
Ven a mí, ábreme el pecho a besos. Qué importa. Adentro yo no tengo miel y, ni tú eres la flor inocente, ni yo soy ningún insecto.
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