Braille

Leí cada uno de tus poros una y otra vez, toda esa noche. Me ocupé de cada palabra tuya. Secos, húmedos, cálidos o en relieve. Los memoricé sin excepción.

Los hice míos; con los labios y con las yemas de los dedos. Creo que fui ciego esa noche, ¿recuerdas? Pero aún así juraría que vi sonrojar a las paredes alrededor. Alquimia, metafísica, filosofía, literatura, religión. Exquisita compilación; Almanaque. Leí en ti mi propia definición.

(Tienes oraciones más hermosas que el Corán, y en tu espalda me contaste del por qué del amor.)

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