Cinco treinta

Casi siempre hay clientes a esa hora... Por eso fue raro sentarme en la mesa seis, para admirar la calle desierta. El mundo se había detenido ese sábado. No había nadie alrededor, a esa hora sólo existía el atardecer.


Eso y mi cabeza saturada. Faltaba mi trabajo de estadística, faltaba terminar el semestre, faltaba dinero en casa, faltaban amigos leales. Faltaba algo en todos los espejos, porque al que veía últimamente a la cara ya no podía ser yo. Estaba desprovisto, desnudo, pausado. (Como una oración entre paréntesis). Me desbarataba de frente al sol que se desangraba, como yo, pero en el cielo.


El mundo callaba, atento a mis pensamientos. En sus suspiros de viento se revolvía su inquietud. Me revolvía el cabello. Entonces, el sol brilló por entre los espectaculares, por entre las ramas altas y distantes del camellón opuesto. Me bañó en un último haz de luz potente antes de expirar en la boca del horizonte, mirándome a los ojos hasta el último instante, como cualquier moribundo. Parecía haberse disuelto con tranquilidad allá arriba, en el otro mar azul. Aquel al que sólo llegamos volando. Manchó el cielo como una pintura disuelta en agua, con tonos rosados y magentas. Empapando las nubes como si fueran esponjas violetas, sedientas de él.

Lo entendí en ese momento, me golpeó el entendimiento como un balde de agua sobre la cabeza. Éste no era el sol, jamás lo ha sido. No es un astro incandescente, ni una estrella demasiado cercana. Es una señal de vida, de alegría, de esperanza. Es la certeza de que todo sabrá mejor mañana. Es Su Mirada. Es la mejor pintura jamás hecha, en el lienzo más grande del mundo, reinventándose dos veces por día, en cada preciso momento que divide a la luz y a la oscuridad. Es un mensaje: "Todo va a estar bien".


(Dios sólo nos ve con un ojo porque, si nos viese con los dos, nada en la tierra lo soportaría).

Me dejaré llevar por la vida; y sí, ya sé que me habías dicho que lo hiciera desde un principio. Seré como la luz que irradias de tu iris. Fluiré a través del Universo un día de éstos. Es más, hubiera comenzado a hacerlo en ese instante si no hubiera tenido que suplirlo por un habitual Buenas tardes señor, bienvenido...

3 comentarios:

  1. KE BUENO ERES CARNAL ME CAE DE MADRES!!!! TU ME ECHASTE LA MANO PAQ NO TIRARA LOS MIOS JAJAJA!!!!!......X CIERTO ACABO DE SUBIR UNO NUEVO, QE SE IAMA, "SUEÑOS CON NOMBRE DE GUERRA"...QE TE VAIA MUY BN CARNAL FELICIDADES Y NOS VEMOS EL SABADO PA CHAMBEAR JAJAJAJ

    ResponderEliminar
  2. "Dios nos ve con un ojo porque, si nos viese con los dos, nada en la tierra lo soportaria."

    ..increible frase! (ahora, si ud. disculpa, me la robo pa'l cajon..)

    En efecto, Dios nos ve con un solo ojo, y en seres como tu, planta su visión en el corazón.
    (para que puedas leer todo eso en el horizonte de una tarde cualquiera en un café..)

    Reverencia.
    Aplauso.
    Y silencio.

    ResponderEliminar